¡Nos vemos en el cielo, Pepe!

Nunca es fácil ponerse a escribir cuando no te salen las palabras. Esta ocasión es una de ellas. Nos ha dejado, Pepe Valero nos ha dejado. Se ha marchado, pero su trabajo, tesón y amor hacia nuestra Hermandad y Sagrados Titulares nunca se irá. Un hombre incansable, un cofrade innato. Así era Pepe.

Me tengo que remontar en el tiempo muchos años atrás para situar el primer recuerdo que tengo suyo. Probablemente fuera en la Casa de Hermandad diciéndome que aquella túnica era la mía. Te probaba la indumentaria para el Viernes Santo, te decía la hora a la que ensayaban los costaleros/as o cualquier dato de la Cofradía. Pepe Valero era una enciclopedia. Todo lo sabía y no sólo eso, si no que su nivel de involucración era máximo. No olvidaré aquellas noches de Cuaresma al lado de cualquiera de los tres pasos, tardes de ensayo con la Banda de Cabecera o mañanas ayudando a preparar la Capilla para unos Cultos. Él estaba siempre presente, él era un icono Nazareno. Tampoco voy a olvidar cruzarme con él a primera hora de la mañana en su calle, en la calle Isaac Peral, camino de San Francisco o en la primera Misa del día y siempre con su pin de la Hermandad en la cazadora o en la camisa que fuera.

Por eso amigo, estés donde estés sólo te queremos dar las gracias por habernos enseñado a comprender muchas de las claves para ser un buen Nazareno.

@_bandanazareno