viernes, 27 de febrero de 2015

Entrevista a Juan Carlos Trujillo, 'Cacos'. La Percusión, su pasión

¿En qué año entraste a formar parte de la Banda y cuándo te haces cargo de la dirección de percusión?

Entré en la banda chica en el año 91, cuando era algo parecido a la cantera de la banda grande. Subí a la banda grande en el año 1997 y me hice cargo de la dirección musical a primeros del año 2002, fue uno de los momentos más importante vividos a título personal dentro de la banda, y siempre lo llevaré a gala.

La pasión por la música y la banda no vino sola. Tu padre, Juan Carlos Trujillo García, tiene gran culpa de ello

La pasión por la banda fue en gran parte culpa de mi padre, desde muy pequeño lo recuerdo tocando el bombo, y claro...¡Yo quería ser como mi padre!, tan pesado me puse que habló con Tomás para que me diesen un tambor en la banda chica, yo sólo tenía ocho años y pensó que pronto me arrepentiría, pero fue todo lo contrario como muchos sabéis. ¡Y aquí seguimos!.
A la otra persona que le debo mucho es a mi tío Jaime, me llevaba y me recogía de los ensayos, me hacía el seguimiento completo durante muchos Viernes Santos, siempre estaba pendiente de mí, ahora es al revés (risas).



Hablando de tu padre, ¿te gustaría tenerlo de bombo barriga? 

¡Me encantaría!, ya que nunca hemos coincidido juntos en la banda grande. Cuando yo entré,él ya estaba en los trompeteros. Sería algo muy especial y bonito. Yo lo intento "calentar" para que toque un par de marchas, pero hasta la fecha no ha sido posible. Quién sabe...

Alguna vez hemos hablado y me has confesado que tu gran referente y maestro ha sido Don Tomás Arboledas

Tomás para mí fue un padre dentro de la banda, supo "envenenarme" poco a poco y siempre tenía un gesto de cariño o de complicidad hacía mí. Desde el punto de vista musical se lo debo todo, me enseñó todo lo que sabía, siempre le estaré agradecido. Fueron años muy ilusionantes, me marcó mucho ese espíritu que tenía y me hizo querer aún más a este colectivo. Hay muy pocos días en los que no me acuerde de él, y más aún el Viernes Santo. Sus muñecas han sido las más elegantes. Me quedo con una gran frase suya, 'La caja es mi báculo'.

Hablando con Juan Porcal y Paco Avi me confiesan que la primera marcha que tocaron fue Aída, ¿en tu caso también fue? 

No podía ser de otra manera, fue Aída. Me llenó de alegría, era la persona más feliz del mundo y ese lunes se enteró todo el colegio.

 Ahora que nadie nos lee, ¿cuál es tu marcha favorita de todas las que has tocado?

No me puedo quedar sólo con una, sería imposible, cada época vivida tiene una banda sonora para mí, Santo Entierro, La China, Star, Bendición, Príncipe de Egipto y muchas más.

Imagino que después de estar tantos años dentro del colectivo, la cantidad de amigos que habrás hecho no es pequeña precisamente 

Tengo la suerte de querer a mucha gente y sentirme querido, son muchos los que después de tanto tiempo seguimos aquí y hemos vivido muchas cosas, tanto buenas como malas y eso al final hace piña.

El pasacalles más largo que has vivido, ¿cuál fue? y ¿el más especial? 

El más largo..., cualquiera de los que diseñase Tomás. Llegábamos a San Francisco algo cansados. Se enteraba Linares de que era Viernes Santo, sin duda alguna. El más emotivo fue aquel en el que Tomás nos acompañó por última vez, fue realmente emocionante.

Llevas tantos años vestido de Nazareno que ya no sé si recuerdas un Viernes Santo sin estar de morao y blanco 

No lo puedo recordar simplemente porque nunca ha ocurrido, tengo la satisfacción de haber vestido la túnica siempre, cada Viernes Santo de mi vida. Mi padre en ese aspecto lo hizo genial, le estoy muy agradecido.

¿Te gustaría cambiar algún año a viento o no sin la percusión?

La caja ya va pesando, cada año más, pero quien sabe.....el tiempo lo dirá. La percusión del Nazareno es punto y aparte, como siempre lo ha sido, engancha mucho, y ser su caja es un tremendo orgullo.

@_bandanazareno

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