La marcha de un ser querido que ha compartido con nosotros parte de nuestras vidas, que nos ha dado su generosidad, su amistad, y sobre todo, nos insufló ese espíritu nazareno que él tenía tan arraigado, nunca podrá borrarse de nuestros corazones…
La “maldita” enfermedad se ha llevado a un hombre bueno, amable y respetado, sencillo en el trato y con la palabra llana, amigo y hermano…
Qué tristeza…
Tengo la certeza que ahora estarás junto con Nuestro Padre y rodeado de ángeles con túnica “morá”…
Hasta siempre, Julio.
@_bandanazareno
Hermosas palabras. Las comparto totalmente.
ResponderEliminarSu grandeza, su sencillez, su humanidad, su talante, su bondad, su semblante...
El recuerdo imborrable de Julio, nos acompañará siempre a todos los Nazarenos que hemos tenido la gran suerte y el inestimable honor de compartir muchos momentos únicos junto a esta grandísima pesona.
Desde ahora, hermano Julio, tu Banda caminará un poco más sola.
Hasta siempre, Julio
Jaime Trujillo.
No puedo dejar de llorar y de recordar a mi padre.....leyendo lo q escribis me doy mas cuenta de lo grande q era, pero tambien de q el aprecio y cariño q tenia a esta hermandad y a su gente es reciproco porq sois unas personas muy muy grandes. Yo como hijo suyo y hermano del nazareno solo puedo deciros 3 cosas desde lo mas profundo de mi corazon...GRACIAS,GRACIAS Y GRACIAS!!!
ResponderEliminarUna gran pérdida para los nazarenos
ResponderEliminarLorenzo Ogállar